No es una conmemoración cualquiera: es la RedWeek, una campaña internacional liderada por Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), que busca recordar, orar y actuar por los cristianos perseguidos en todo el mundo.
Una realidad dolorosa, muchas veces invisible
En muchas regiones del planeta, ser cristiano sigue siendo un riesgo real. Según ACN, millones de creyentes viven bajo amenaza, en países donde las iglesias son destruidas, los símbolos religiosos prohibidos y la fe castigada con prisión, exilio o muerte.
Mientras nosotros rezamos con libertad, otros deben esconder un rosario, celebrar la Eucaristía en secreto o callar el nombre de Jesús para sobrevivir. Son nuestros hermanos en la fe, los mártires silenciosos del siglo XXI, que siguen diciendo “sí” al Evangelio en medio del dolor.
La fe no se mide por la ausencia de pruebas, sino por la capacidad de permanecer fiel cuando todo parece perdido.
Por qué debemos orar por ellos
Jesús nos advirtió: “Si el mundo los odia, sepan que antes me odió a mí” (Jn 15,18). Orar por los perseguidos no es un acto de compasión distante, sino un gesto profundo de comunión.
La Iglesia es un solo cuerpo: cuando uno sufre, todos sufrimos con él. Cada oración, cada Rosario, cada Misa ofrecida rompe el silencio del olvido.
La oración llega donde los medios no llegan, atraviesa fronteras, cárceles y corazones. Es nuestra manera más poderosa de decirles: “No están solos. Somos uno en Cristo.”
Orar también nos transforma a nosotros: nos hace conscientes del valor de nuestra libertad religiosa y nos invita a vivir la fe con gratitud y compromiso.
Una semana para encender la fe
Durante la RedWeek, edificios y templos en todo el mundo se iluminan de rojo, símbolo del martirio y del fuego del Espíritu Santo. Pero más allá de las luces, esta semana es una oportunidad para encender nuestra conciencia cristiana.
Preguntémonos: ¿Estoy dispuesto a defender mi fe como ellos lo hacen? ¿Agradezco la libertad con la que puedo amar y anunciar a Cristo?
Podemos unirnos a esta causa rezando, difundiendo, participando en vigilias o apoyando los proyectos de ACN que brindan ayuda espiritual y material a comunidades perseguidas. Porque la fe también se defiende con gestos concretos.
Contra la indiferencia, compasión y compromiso
En un mundo donde las noticias pasan rápido y las tragedias se olvidan pronto, la indiferencia se convierte en una forma de complicidad. Cerrar los ojos ante el sufrimiento ajeno es apagar lentamente la llama del Evangelio.
El Papa Francisco nos recordaba: “Hoy hay más mártires que en los primeros siglos. Ellos son los testigos de una fe viva que no se apaga ante la persecución.”
Los cristianos perseguidos no piden compasión, sino oración y unidad. Nos muestran que la fe verdadera florece, incluso en medio del dolor.

Que su sangre sea semilla de esperanza
La RedWeek no termina con una fecha: su espíritu debe continuar en nuestra vida cotidiana. Cada iglesia iluminada de rojo nos recuerda que la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos, y que su ejemplo es una llamada a vivir con fe valiente y agradecida.
Hablemos de ellos, ofrezcamos una Misa, encendamos una vela, compartamos su historia. Porque cuando un cristiano es perseguido, toda la Iglesia está llamada a acompañarlo. En la pagina de ACN, mira como puedes ayudarlo
El amor cristiano no conoce fronteras, y la oración es su idioma más universal.
Un compromiso que nace del amor
Que esta RedWeek no sea solo una semana de luces rojas, sino un tiempo de renovación interior. Que el rojo de los templos se transforme en el color del amor ardiente de Cristo en nuestros corazones.
“Señor, que nunca me acostumbre al dolor de mis hermanos. Que mi oración cruce fronteras, y mi fe sea luz para quien hoy vive en la oscuridad.”
“Cuando un cristiano es perseguido, toda la Iglesia sufre.
Pero cuando uno de ellos resiste con fe, todos somos fortalecidos.”
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