“Tanto tiempo que estoy con ustedes y no me conocen, quien me ha visto a Mí ha visto al Padre, Yo estoy en el Padre y el Padre en mí, si le piden algo en mi nombre yo lo haré”
(Jn 14, 9)
es el evangelio de San Juan del día de hoy, en este evangelio parece que el Señor se queja porque dice: tanto tiempo que estoy con ustedes y no me conocen.
¿CÓMO ES POSIBLE QUE NO CONOZCAMOS A DIOS?
Cómo es posible que no conozcamos a Dios si está siempre con nosotros, es que no nos fijamos,
¿Qué nos pasa? estamos distraídos, tenemos que reconocer que es algo que nos ocurre con frecuencia, el hecho de estar al lado, no significa necesariamente conocer.
En otros ámbitos nos podrían decir tú estudiaste muchos años en ese colegio y no conociste al profesor que te enseñaba, sabes cómo se llama, conoces su voz, sus modos de enseñar, pero a él no lo conoces; o cuando vas a misa podrías ver celebrar al mismo sacerdote siempre todos los domingos, sabes como predica, te das cuenta de los consejos que da, pero tampoco lo conoces a él.
Hay gente que se pasa por la vida sin conocer a nadie.
PARA CONOCER TENEMOS QUE QUERER
Para conocer tenemos que querer y para querer tenemos que conocer.
El querer es una motivación para conocer, porque quiero, me interesa, quiero enterarme, lo busco entonces leo, profundizo y me da alegría de conocer y así también puedo amar más.
Pero en el orden del amor, primero está Dios.
¿Qué nos sucede cuando nos ponemos a amar a Dios? cuando nos acercamos a Él comprobamos que Él nos ama y nos amó antes y nos sentimos abrumados por su amor, porque es un amor muy grande y nos ponemos felices cuando hacemos ese descubrimiento.
Dios me ama y Dios es el que mejor nos conoce, nos conoce bien, conoce bien a las personas y nosotros igual; las personas que nos conocen bien son las que más nos quieren, igual nosotros conocemos bien a las personas que más queremos.
Y para conocer el bien es preciso amar a Dios y para amarlo tenemos que conocerlo y ¿Dónde lo buscamos? ¿Dónde lo encontramos? en los evangelios, en la prédica de la iglesia, en la oración personal.
PAPA LEÓN XIV
Ahora toda la Iglesia está pendiente del nuevo Papa León XIV y todos procuramos conocerlo bien, aparecen biografías, notas, artículos sobre su vida porque nos interesa conocer al Papa.
Tuve el privilegio de estar cerca de él durante 5 años en Chiclayo cuando fue obispo de Chiclayo; del 2015 al 2020 estuve ahí y fueron muchas las ocasiones de estar con él, con celebraciones en la catedral, celebración de cumpleaños, almuerzos con sacerdotes, conversaciones personales.
Yo recuerdo por ejemplo que le contaba al obispo de Chiclayo entonces, que yo aprendí a manejar auto con un chevrolet biscayne, dijo yo también he manejado los chevrolet biscayne y conocía muchísimos carros americanos, que yo también conocía las marcas de los carros de aquellos años y además le gustaba mucho manejar.
Él iba de Chiclayo a Lima, que son 700 km como si nada, pues ida y vuelta y en eso también coincidimos porque a mí también me gusta mucho manejar.
ES MÁS FÁCIL QUERERLO Y REZAR POR ÉL
Para mí fue una sorpresa grande la elección del Papa, me llenó de alegría lógicamente, que es la primera vez para mí, que eligen un Papa más joven que yo y además que yo lo conozco y que él me conoce. Por eso me es más fácil quererlo y rezar por él.
El Papa lleva el peso de la Iglesia y muchos problemas del mundo de cosas que suceden en el mundo, el Papa sufre y reza y pide y necesita de nuestras oraciones.
Esperemos en el año de la esperanza, un tiempo de florecimiento en la Iglesia, un tiempo de luz para nuestros entendimientos y de fortaleza para nuestros corazones, un tiempo de fortalecimiento también de la unidad de la Iglesia y por eso es indispensable conocer a Jesús.
Jesús ha venido para nosotros, para enseñarnos el camino; Jesucristo fundó la Iglesia, él mismo eligió a Pedro, un pescador, un hombre de carne y hueso con defectos y virtudes, como el Papa actual, que es el sucesor de Pedro y el Vice Cristo.
El Papa León XIV nos ha dicho que el Señor está presente, que siempre está, que no nos abandona y nos pide que caminemos juntos.
EN EL CAMINO SIEMPRE HAY GENTE BUENA
La iglesia nos recuerda las señales del camino y nos previene para no salirnos del camino.
Hace años San Josemaría nos decía que el camino que debemos recorrer es empinado y tiene espinas y las espinas son fastidiosas, nos hincan, nos hacen doler y el camino pues es un camino con obstáculos y hay que estar en forma para poder saltar los obstáculos del camino, pero también en el camino hay muchos corazones, hay mucha gente buena.
Algunos los conocemos de siempre, son de nuestra familia o amistades de toda la vida, gente buena que podemos nombrarlos con nombre y apellido, pero también otras personas aparecen a lo largo del camino de nuestra vida y los empezamos a tratar vemos que son buenos, descubrimos gente buena y algunos se convierten en nuestros amigos y cuando pasa el tiempo nos parece que nos hemos conocido de toda la vida.
¡GRACIAS SEÑOR!
Al Señor le tenemos que agradecer: Señor gracias por la gente buena que se ha acercado a mí, la gente buena que he descubierto.
El mundo está lleno de gente buena y agradecemos al Señor, ¡Gracias por eso! y que importante es conocer bien, lamentablemente hay muchas personas que no se conocen, aunque estén cerca, por eso el Señor dice:
“tanto tiempo que estoy contigo y no me conoces”.
Muchos no conocen al Señor y viven su vida como si no existiera, ¡Que pena! que hayan personas alejadas de Dios, se pierden lo mejor de la vida.
Vamos a rezar para que haya muchas conversiones.
Pero también esto pasa con el prójimo, muchos enamorados se convierten en cómplices de sus egoísmos, luego si no cambian, las pasiones pueden impedir que se conozcan, las pasiones de la carne o también el apetito irascible, la ira que surge de las discusiones cuando compiten, defendiendo sus egoísmos.
Y puede que llegue a la violencia como pasa algunas veces, hoy lamentablemente no son pocos los casos de violencia familiar, que es como una plaga que deteriora completamente a la familia, destruyendo la paz del hogar y dividiendo los corazones de los hijos, que son los que más sufren por la separación de sus padres.
PAPA DE LA UNIDAD
El nuevo Papa León XIV, será a mi modo de ver, el Papa de la unidad, que reforzará la unidad de la Iglesia y de la familia para reconstruir la sociedad que está bastante dañada.
En el año de la esperanza, con el nuevo Papa vendrán tiempos mejores, el tiempo de los acercamientos, de la unidad, donde florece la paz y los hogares se convierten en luminosos y alegres, como decía san Josemaría.
Hoy además 17 de mayo, recordamos con cariño le beatificación del santo del ordinario San Josemaría Escrivá de Balaguer y nos dirigimos a él que está en el cielo para que interceda por nosotros y nos enseñe a querer más al Papa nuevo, para que nos lleve a todos al cielo.
Le pedimos también a la Virgen María, Nuestra Madre que ella es el camino corto para llegar a Dios; vamos a pedirle a ella:
Prepáranos y consérvanos este camino seguro.
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