Mis cumpleaños
Desde que tengo memoria recuerdo haber celebrado mis cumpleaños. De pequeña mis padres siempre organizaban reuniones familiares y con amigas.
Los 15 años los celebré en una casa de campo que tenía la familia de mi papá. Mis amigos llegaron en un bus que se contrató para transportarlos. Las tarjetas las hice una a una, a mano, en las que incluso incluí un poema que escribí para la ocasión. Ya adulta, me ha gustado celebrarlos con un karaoke.
No soy muy afinada cantando, pero lo disfruto y tengo amigas que me acompañan gustosas. Incluso en el año 2019, estando en quimioterapia, logré celebrarlo de esa forma.
El año pasado fue algo íntimo en casa por las restricciones impuestas por la pandemia. Este año, como ya todos en la familia estamos vacunados, estoy pensando en cómo pudiera celebrarlo, pero lo que sí tengo claro es que quiero ir ese día a misa en familia para darle gracias a Dios por un año más de vida.
En el almuerzo sorpresa que le organizamos a mi mamá. Fue la primera vez que nos reuníamos toda la familia desde marzo de 2020 que empezaron las restricciones por la pandemia así que fueron horas llenas de mucho amor. A media tarde la sorprendimos con una serenata.
Los cumpleaños de María
A través de la tradición de la Iglesia se definió el 8 de septiembre como el día de la Natividad de la Virgen María y, por ende, el día que celebramos su cumpleaños.
Cuando me pidieron escribir este post me puse a pensar en cómo sus padres, san Joaquín y santa Ana, le organizarían sus cumpleaños a María. Y cómo Ella, siendo la madre de Jesús, los habría celebrado.
Son preguntas para las que no tenemos respuestas, pero sí puedo imaginar que tienen que haber sido celebraciones muy sencillas donde imperó el amor y la unión familiar.
No me imagino a la Virgen en una fiesta bulliciosa como la que yo tuve para mis 40 años. Y no porque celebrar un cumpleaños con mucha pompa sea malo, pero lo que me parece lógico es que Ella haya querido celebrar su cumpleaños con la calidez y sencillez que la caracterizaron toda su vida.
Mis regalos a la Virgen
Siempre he disfrutado planear qué le daré de regalo a mi mamá, mis hermanos, mi esposo, mis hijos, mis sobrinos, mis amigos. Ha sido motivo de investigación llegar a decidir qué regalarles. También, si son personas que demuestran gustos muy especiales, les pregunto qué quieren de regalo. Incluso he organizado salidas para ir a escogerlos, que incluyen almorzar o cenar con el agasajado.
Pero nunca le había dado un regalo a la Virgen en su cumpleaños. Ha sido una fecha en la que, si bien he conmemorado a través de las meditaciones diarias, no había pensado en regalarle algo a Ella. Y entonces me pregunté durante días, ¿qué regalo podía darle?
Pensé en algo material, como engalanarla con flores. En mi casa tengo dos imágenes, así que me propuse que para este día le compraría rosas. Siempre le pongo flores a la imagen que tengo en la sala, pero para este día le pondré flores a ambas y serán unas rosas hermosas. Así que cuando ustedes estén leyendo este artículo, que será el día de su cumpleaños, les aseguro que ambas imágenes tendrán rosas frescas.
Ahora bien, creo que el mejor regalo que le puedo dar a la Virgen este día es asumir más actitudes de servicio y humildad, que fueron las que a Ella la caracterizaron.
Más regalos para la Virgen
María es nuestra Madre y lo mejor que podemos darle a una madre es amor, atención, cuidado, comprensión y respeto.
Me propuse además que este día cuidaré la forma en que trato a los demás.
Me mantendré en silencio ante algo que no me guste. Qué difícil me resulta esto a veces, pero será mi propósito para este día. Esto no es nada si consideramos que Ella se mantuvo a los pies de la cruz donde agonizaba su hijo sin decir nada, en silencio, solo aceptando la voluntad de Dios y confiando ciegamente en su resurrección.
Lo otro que haré será levantarme más temprano para asegurarme de poder hacer el rosario con calma, con toda la concentración posible, como un regalo a Ella.
Me gustaría también organizar una romería. Vengo haciendo una mensual desde el mes de mayo con mi grupo de oración, pero el mes de septiembre participaré por primera vez en un retiro anual de cuatro días y los otros fines de semana los tengo comprometidos. En este momento, no sé si lograré hacerla el mismo 8 de septiembre. Les contaré en otro post si se pudo.
Lo que tengo claro es que este 8 de septiembre.
Celebraré por primera vez el cumpleaños de la Virgen María desde lo más profundo de mi corazón, con todo el amor y la entrega de una hija que la quiere por sobre todas las cosas.
El cumpleaños de mi mamá
Mi mamá cumplió 80 años el 5 de septiembre. Somos cuatro hijos y tenemos un grupo de WhatsApp que se llama Hermanos. El que tenemos con ella se llama Los 5. Ella no lo sabe, se enterará leyendo este post, pero los preparativos para la celebración empezaron un mes antes, con un mensaje que envié al grupo.
Uno de ellos respondió: Cae domingo. Podemos ir el sábado a misa de 6.00 p. m. en la Iglesia María Auxiliadora, que a ella le gusta.Y bueno, a partir de allí empezó la lluvia de ideas.
Otro de mis hermanos dijo mientras discrepábamos sobre los lugares o el menú: Seguimos en oración para que Dios nos siga guiando “en familia” en esta celebración de los 80.
Y logramos ponernos de acuerdo en el lugar, el menú, la música y el regalo. Iniciamos con las patronales el día anterior con un almuerzo, luego compartimos toda la tarde y culminamos con la misa en la iglesia que ella prefirió.
Cada uno asumió un rol sin imposiciones, poniendo al servicio del grupo sus dones para lograr agasajarla con todo nuestro amor.
Y reflexionando ahora sobre esa preparación, caigo en cuenta de que era la primera vez que le organizábamos a mi mamá una fiesta de cumpleaños con tanto detalle. Claro que le habíamos celebrado otras fiestas, pero queríamos que esta fuera especial. Ella iba a cumplir 80 años con salud, un espíritu dispuesto para la aventura, jovial, muy cercana a sus nietos, siempre presente para todos sus hijos. En mi caso, ha sido incondicional en todas las pruebas de salud que he atravesado.Este tiempo de pandemia se ha mantenido activa, haciendo ejercicios todos los días, leyendo y más cerca de Dios y la Virgen que nunca.
Nuestra fiesta para la Virgen
Si cuatro hijos nos pudimos poner de acuerdo para agasajar a nuestra mamá con todo el amor y el detalle, ¿cómo debería ser la celebración que le organicemos todos sus hijos a nuestra Madre la Virgen?
Por su sí incondicional a Dios y por el amor que nos tiene, se merece que cada uno de nosotros, sus hijos, pensemos qué regalo podemos darle hoy y que lo hagamos realidad.
Conociendo sus virtudes y la forma como vivió en la tierra, pienso que la mejor fiesta que puedo darle es asistir a misa, sumándome así a la celebración universal de todos sus hijos. No es lo usual que asista a misa durante la semana, pero este día, si Dios así lo permite, iré. Y si todos sus hijos replicamos lo mismo y vamos a misa, seguro Ella estará muy feliz. Ojalá que todos podamos cantarle a coro el feliz cumpleaños.
¿Has pensado qué obsequios puedes darle a la Virgen?
- Si no has rezado nunca el rosario, podrías rezarle al menos un misterio.
- Puedes llevar un dulce de cumpleaños a casa para cantarle ese día feliz cumpleaños a la Virgen frente a una imagen de Ella. No tiene que ser un pastel grande, un pedazo bastará. Es el gesto de honrarla en familia en forma sencilla.
- Si tienes niños pequeños en casa, además de cantarle feliz cumpleaños, organiza alguna manualidad para que le lleven a la Virgen a la Iglesia o se la pongan frente a su imagen. De esta forma se les enseña que tienen una madre en el cielo que vela por ellos y que hay que agasajar. Ojalá hubiera interiorizado en mis hijos esta celebración cuando eran pequeños.
- Ir a misa este día en familia.
- Organizar una romería a alguna iglesia que quede cerca de casa. Si no es el mismo día, puede ser los siguientes.
Ponerle flores a la Virgen, ya sea si las buscas en el parque o en algún jardín cercano a tu casa.
Un día como hoy estamos todos de fiesta. Tenemos una madre que nos quiere, que nos cuida sin esperar nada a cambio. Que intercede ante Dios por nuestras intenciones.Que nos espera con los brazos abiertos el día que dejemos esta vida terrenal.
Seamos creativos en cómo podemos celebrar su cumpleaños y contagiemos ese entusiasmo a los que tenemos a nuestro alrededor.
¡Feliz cumpleaños, Madre nuestra!
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