El objetivo de nuestra Cuaresma: es pedirle a Jesús que nos dé un corazón nuevo, un corazón convertido. Y lo hacemos a través del ayuno, la oración y la limosna.
“Jesús, dame un corazón nuevo, un corazón como el tuyo. Yo sé que puedo hacer muy poco, pero Vos, con tu gracia, podés hacer muchísimo en mi corazón.