ESCUCHA LA MEDITACIÓN

SANTIDAD EN EL MATRIMONIO

¿Se puede ser santa sin fundar nada, sin visiones ni milagros? Esta meditación es una invitación a descubrir la grandeza oculta en la vida ordinaria y a pedir luz para santificar el hogar, como lo hicieron Marta, María, Lázaro… y quizá también Santa Brígida.

Hoy celebramos a santa Brígida. Nació en Suecia el año 1303; se casó muy joven y tuvo ocho hijos, a los que dio una esmerada educación. Ingresó en la tercera Orden de san Francisco y, al morir su marido, comenzó una vida de mayor ascetismo, sin dejar de vivir en el mundo. 

Fundó una Orden religiosa y se trasladó a Roma, donde fue para todos un ejemplo insigne de virtud. Emprendió varias peregrinaciones como actos de penitencia, y escribió muchas obras en las que narra sus experiencias místicas. Murió en Roma el año 1373, con 70 años.

Jesús, te quiero contar que después de leer el perfil de la vida de santa Brígida, inmediatamente busqué en Internet, parejas de esposos que alcanzaron la santidad. Aparecieron las siguientes: san Luis y santa Celia Martín (padres de santa Teresa de Lisieux), san Isidro Labrador y santa María de la Cabeza, san Aquila y santa Priscila, y san Joaquín y santa Ana (padres de la Virgen María).

ESPOSOS SANTOS

Y cómo voy a tener algo yo contra los santos… Dios me libre. Pero cuando escucho la vida de santa Brígida o de algunos santos, me parece que lo que más tiene mérito es que fundó una orden religiosa, que hizo muchos actos de penitencia, que tuvo experiencias místicas. Casi de pasada se dice que se casó muy joven, que tuvo ocho hijos y que les dio una esmerada educación. 

¿Cuándo veremos en los altares una vida santa de una mujer que se santifique en la vida ordinaria de su familia, y en las tareas del hogar? 

¿Jesús, se puede alcanzar la santidad, sin tener en la hoja de vida, cosas extraordinarias, sino todo lo contrario, una vida absolutamente normal?

Santidad en el matrimonio, tentaciones evangelizadora

¿CÓMO ALCANZAR LA SANTIDAD?

¿Quiénes son los santos? Los que están en el cielo. Por eso en este mundo no hay santos. En este mundo hay personas que luchamos por alcanzar la santidad, es diferente.  Y otra cosa muy importante, es decir que el protagonista de la santidad es el Espíritu Santo. Esa es su misión: Ser el santificador. Así como el Padre, tiene la misión de crear, el Hijo de redimir; pues el Espíritu Santo tiene la misión de santificar. Así que pensar que una persona alcanzó la santidad, sería algo pretencioso y desde luego incompleto, porque el protagonista es el Espíritu Santo.

El 29 de julio celebramos la memoria de los santos Marta, María y Lázaro (hace poquito salió en el Evangelio su historia). Su santidad fue en lo ordinario. Tres hermanos amigos de Jesús. Historia sencilla… y ahí están. En el santoral. 

SANTIDAD EN EL MATRIMONIO

En el misal digital  que yo tengo dice:

“Marta era hermana de María y de Lázaro; cuando hospedó al Señor en su casa de Betania, se esforzó en servirle lo mejor que pudo y, más tarde, con sus oraciones impetró la resurrección de su hermano”.

Señor, concédenos también con nuestras oraciones, conseguir la resurrección espiritual de muchas personas. 

Pero sigamos conversando de los matrimonios, porque alguno podría pensar: sí, pero fueron célibes por amor a Jesucristo, eso también tiene su mérito.

Y los padres de familia, ¿cómo pueden luchar para alcanzar la santidad?  ¿Qué les pides tú Jesús?

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EL IDEAL DE LOS PADRES

Te voy a leer unas palabras de san Josemaría en Es Cristo que pasa, fíjate qué sencillez.

“Que sean los principales educadores de sus hijos, tanto en lo humano como en lo sobrenatural; y han de sentir la responsabilidad de esa misión, que exige de ellos comprensión, prudencia, saber enseñar y, sobre todo, saber querer; y poner empeño en dar buen ejemplo. 

No es camino acertado, para la educación, la imposición autoritaria y violenta. El ideal de los padres se concreta más bien en llegar a ser amigos de sus hijos: amigos a los que se confían las inquietudes, con quienes se consultan los problemas, de los que se espera una ayuda eficaz y amable»

(Es Cristo que pasa, 27-29).

Está clara la tarea para con los hijos en esa búsqueda de la santidad. ¿Y con los esposo 

MISIÓN Y TAREA DE LOS ESPOSOS

Hace unos  años, hablando con un experto en familia, quizá esta anécdota ya la he contado en algún momento porque me impactó.  Además tiene una familia muy numerosa.

En breve tengo un matrimonio y estoy pensando, rezando  y mirando en el ritual del matrimonio, el evangelio del día  y la homilía ¿pero qué me sugerís vos que sos experto? 

Entonces me preguntó ¿una esposa, puede llevar a sus hijos al cielo?  Yo le dije, obvio. Los tiene que llevar al cielo además. Y me dijo fuerte ¡No! No porque los hijos en algún momento se van de la casa, siguen su camino, son libres y pueden decidir otro camino. 

Inmediatamente me dijo ¿Y al esposo lo tiene que llevar al cielo, a la esposa la tiene que llevar al cielo? Yo lo mire con los ojos abiertos como platos y me dijo, ¡Ahí si! porque esa es la tarea y la misión que les dio Dios, acompañarlo hasta el cielo. 

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QUE LO ORDINARIO SEA EXTRAORDINARIO

No encontré un párrafo que hable especialmente de la necesidad o de la manera que tienen los esposos para alcanzar la santidad en medio del matrimonio, pero se entiende.

Santa Brígida, una santasa. Confío en que su esposo y sus ocho hijos estén también en el Cielo, y que ella haya sido una protagonista en la santidad de esta familia, de estos hijos.

Marta, María y Lázaro, intercedan por nosotros y por los matrimonios.

 Acudimos a Jesús, María y José. Les pedimos que nuestro hogares sean una continuidad del santo hogar de Nazaret.


Citas Utilizadas

Ex 16, 1-5. 9-15

Sal 77

Mt 13, 1-9 

Es Cristo que pasa, 27-29

Reflexiones

Que los casados veamos la santidad en el matrimonio siguiendo la tarea y misión que Dios nos ha confiado. Hacer de lo ordinario algo extraordinario. 

Jesús, María y José, les pedimos que nuestros hogares sean una continuidad del santo hogar de Nazaret. 

Predicado por:

P. Santiago

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