¿CUÁNDO SERÁ EL FIN DEL MUNDO?
Nos vamos acercando hacia el final del año litúrgico y hoy el evangelio nos cuenta que en aquella ocasión te preguntaron el Señor algunos fariseos: ¿Cuándo iba a llegar el Reino de Dios? te preguntaban sobre la llegada de tu Reino,otras veces vemos Señor que te preguntan:¿Cuándo va a ser el final de los tiempos? cosas que Vos anunciaste que sucederían, que habrían guerras.
La verdad es que ha sido a lo largo de la historia, cosas que despiertan al menos curiosidad, ¿Cuándo será el fin del mundo? algunos se han animado a hacer un pronóstico, tirar alguna fecha basados en calendarios misteriosos.
EL REINO DE DIOS ESTÁ DENTRO DE NOSOTROS
Incluso en el principio del cristianismo se ve que había alguna tendencia que interpretaba que tu segunda venida Señor sería pronto y San Pablo sale un poco al encuentro y dice: cuenta que hay unos que no trabajan, esperando ya el fin del mundo, San Pablo dice: “el que no trabaja que no coma” les quita un poco esa idea de la inmediatez de tu segunda venida y de la del fin del mundo y en este evangelio les contestas Señor que el reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o allí, porque miren “el Reino de Dios está dentro de ustedes”
En realidad si nos preguntáramos y dónde va a ser y cuándo.
Va a ser ahora y ¿Donde está? está ya presente en la Iglesia, desde que vos viniste Señor desde que obraste la redención está incluso dentro nuestro por eso si alguna vez, no sé si pensando en que venga ya tu segunda venida Señor, sino más bien a veces por ahí esperando otras situaciones; bueno cuando se acabe esto, cuando cambie esta situación, quizá nos puede ayudar este evangelio para decir: es hoy y ahora que está presente el Reino del Señor y que yo puedo encontrarlo, que yo puedo vivirlo, que yo puedo hacer que crezca.
Porque ya tenemos toda la plenitud de la revelación, no tenemos que esperar.
Había un monje que hablaba de una como tres etapas hacía la revelación y que todavía tenía que venir la del Espíritu Santo.
Bueno ya en realidad nosotros tenemos todo para vivir y expandir y hacer crecer ese Reino, en primer lugar en nuestra vida y si bien es bueno tener la esperanza del cielo, fomentar que realmente caminemos hacia una situación de plenitud de unión con Vos Señor.
FELICIDAD QUE ANSIAMOS
También con todos los bienaventurados, esa felicidad que ansiamos y de hecho estamos ahora recorriendo este año tan fecundo de la esperanza, que nos lleva a mirar hacia la meta y eso está muy bien, pero esa esperanza no nos desentiende de la realidad.
Que uno dice bueno hoy en este mundo, en circunstancias actuales no valen nada porque yo lo que quiero es el cielo, mirar al cielo nos lleva a querer hoy aprovechar esta vida bien de alguna manera preparándonos para el cielo, para poder entrar allí y también para hacer presente ese Reino que Vos querés Señor que esté cada vez más.
En realidad quizá podría uno pensar cuando sea reconocido el Señor, que su Reino se note, que ya nadie dude, que nadie esté en contra, que sea aceptado por todos, que sea como una especie de reconocimiento general, de rendición ante la enseñanza del Señor y quizá no es eso lo que te importa a Vos Jesús tanto, como reinar en cada corazón.
QUE EL REINO SEA UNA REALIDAD EN MI CORAZÓN
Por eso es hoy y es ahora, que estamos siempre a tiempo, y en las mejores circunstancias, para que ese reino sea una realidad ahora en mi corazón, en estas circunstancias.
Jesús está y me espera y ¿Cómo entró en contacto? ¿Cómo puedo hacer Señor que vos reines y sea una realidad hoy ahora en mí?
Muchas veces será ir justamente a nuestro interior porque el Reino de Dios está dentro de ustedes y preguntarme ¿Cómo puedo ser yo ahora otro Cristo? ¿Cuál es ahora mi respuesta al amor de Dios? y eso es algo que está siempre a nuestro alcance.
CARDENAL VAN THUAN
Incluso me acordaba de ese libro “Cinco panes y dos peces”, el Cardenal Van Thuan era en ese momento era un obispo, en Vietnam, en su país que lo meten preso con la persecución comunista y él se sentía que lejos de su gente, lejos de todas las obras que iban tan bien, imposibilitado de ayudar, de hacer crecer con el amor pastoral que era fecunda y en un momento en que se angustiaba con estos pensamientos, en su oración, el Señor le hace ver que le estaba buscando sus obras y no a él.
Estaba pensando en tantas actividades que tenían en la diócesis, pero que tenía que buscarlo a Dios, y a partir de eso empieza a pensar bueno acá en la cárcel qué es lo que yo puedo hacer para amar a Dios y al prójimo.
¿QUÉ ME PIDE EL SEÑOR HOY Y AHORA?
¿Qué es lo que el Señor me pide hoy y ahora? comenzó a rezar, también buscar un poco la amistad y llevarles a Cristo a sus carceleros, bueno esto es lo que voy a cuidar su relación con Dios ahí, en esa circunstancia, porque el Reino de Dios estaba dentro de él, que estaba lejos de su país y de algún reconocimiento público, todo lo contrario, por el cristianismo estaba siendo perseguido
Bueno hoy, Señor podemos buscarte un poco en nuestro interior y quizás si hay circunstancias que ahora nos cuesta aceptar, estamos pensando, bueno cuando esto cambie, cuando esto se acabe, entonces sí, pensar si no es justamente en esas circunstancias, no es algo tan grave como que nos meten en la cárcel, pero una enfermedad, una situación que quiero que cambie.
Mientras tengamos que transitarlo vemos esa gracia que el Señor nos da para que lo vivamos en su Reino, lo vivamos poniendo al Señor como Rey, uniéndonos más a él y así no será algo teórico del reinado del Señor que Vos nos trajiste, sino que como Vos querés nos cambiará a la vida, para que vivamos con sentido, con alegría, con paz y que podamos llevar también esa alegría y esa a los demás.

