ESCUCHA LA MEDITACIÓN

QUIERES DE VERDAD SER SANTO?

La historia de Rut nos muestra cómo podemos cooperar en los planes de Dios cumpliendo el pequeño deber de cada momento.

PARECERNOS A CRISTO PARA SER SANTOS

¿Quieres de verdad ser santo? Si no ¡apaga y vámonos! Estamos aquí haciendo este rato de oración porque seguramente quieres ser santo, quieres ser santa. Señor, yo quiero ser santo.

San Josemaría nos da un consejo muy práctico para conseguir la santidad: ¿Quieres de verdad ser santo? Cumple el pequeño deber de cada momento: haz lo que debes y está en lo que haces. (Camino, 815) Así de sencillo, así de corto. ¿Quieres ser santo? ¿Qué tengo que hacer en este momento para ser santo? Yo quiero ser santo, pero es un ideal como que muy lejano ¡No! Ahorita, en este momento, ¿qué es lo que tienes que estar haciendo? Pues hazlo. Hazlo a conciencia, concéntrate; evita distracciones. Ojo que la santidad no consiste en hacer cosas. Aquí san Josemaría no está definiendo la santidad; está dando un consejo para que nos empeñemos en hacer muy bien lo que nos toca hacer en cada momento.

Pensaba yo: ¿En qué lugar define san Josemaría la santidad? Me venía a la mente otro punto, no de Camino que es lo que acabamos de leer, sino de Forja, donde en una parte del punto número 10dice: Ser santo no es fácil, pero tampoco es difícil (aquí da la definición de santidad): Ser santo es ser buen cristiano: parecerse a Cristo. -El que más se parece a Cristo, ese es más cristiano, más de Cristo, más santo. Pues, Señor, yo me quiero parecer a ti. Y Tú hiciste siempre lo que tenías que hacer, y lo hiciste con total conciencia y con muchísimo amor a tu Padre y a nosotros.

Me acordaba de este puntoHaz lo que debes y esté en lo que haces y así vas a ser santo-, por las lecturas de la misa de hoy. La primera lectura de hoy y de ayer, porque ayer y hoy leemos en la primera lectura de la misa el libro de Rut, y con estos dos días de lectura ya lo despachamos, porque es muy cortito; son cuatro capítulos nada más, y en la misa lo vamos resumiendo como para no perdernos la historia. Te resumo.

LA HISTORIA DE RUT

Resulta que había un señor que se llamaba Elimelec. Él vivía en Belén, nada más y nada menos que en Belén. Estaba casado con una señora que se llamaba Noemí. Este nombre es un poco más normal ¿no? Noemí. Qué bonito nombre, un nombre con tanta antigüedad. ¿Y qué pasó? Que hubo hambre en esa zona y se fueron a vivir a otro lugar: a Moab. Elimelec y Noemí tenían dos hijos: Mahlón y Quelión. Y ellos se casaron allá en Moab con Orpá y con Rut.

Pues resulta que Elimelec, Mahlón y Quelión, murieron, de tal forma que se quedaron solo las mujeres: Noemí y sus dos nueras. Y Noemí les dijo: Vuélvase cada una a casa de su madre. Que el Señor tenga piedad de ustedes, como ustedes la han tenido con mis hijos y conmigo. (Rut 1, 8).

De tal forma que Orpá se fue, pero Rut le dijo: No insistas en que te abandone y me vaya, porque a donde tú vayas, iré yo y donde tú vivas, viviré yo. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.(Rut 1, 16-17).

Esto porque ya se iban a volver a Belén, porque ya había terminado la sequía, ya había cosechas y se fueron para allá Noemí y Rut. Y les dio hambre, asíque Rut fue a un campo donde estaban cosechando y le dijo a Noemí:

Déjame ir a un campo en donde el dueño me permita recoger las espigas que se les caigan a los cegadores.(Rut 2, 2).

Estaba indicado que cuando cosecharan, no cosecharan todo, sino que si quedaban ahí cosas tiradas las dejaran para que también los extranjeros o los peregrinos que pasaran por ahí pudieran comer algo. Bueno, pues Rut además va y pide permiso, y recoge las espigas y ya con eso se alimentan.

Pues resulta que este campo era de un señor que se llamaba Booz que era muy rico y era pariente de Elimelec. Booz le echó ojo a Rut, vio que era,seguramente, una mujer muy hermosa, aunque no hablan aquí de la belleza física si no hablan de la belleza de su alma, porque Booz supo que ella se había querido venir con Noemí y que era una mujer trabajadora.

La trató muy bien, se enamoró de ella y se casaron. Booz se casó con Rut. Se unió a ella y el Señor permitió que Rut concibiera y diera luz a un niño. (Rut 4, 13) Le pusieron por nombre Obed(Rut 4, 17).

ESTAR EN LO QUE TENGO QUE ESTAR

Pues así es la historia. Es una historia muy normal de esta mujer que hace lo que tiene que hacer y cumple el deber de cada instante. ¿Qué es lo que hace? Estar ahí al pendiente, trabajar; pide permiso para llevárselas espigas. Pero fíjate que esto del debercumple el pequeño deber de cada instante-,pues el deber a veces, ese qué es lo que tengo que hacer”, a veces es muy claro.

Si estoy en el trabajo, tengo que estar trabajando; si estoy con la familia conviviendo, en una comida, tengo que estar ahí con la gente platicando con ellos, no metido en mi teléfono; si estoy viendo una película, tengo que estar atento de la película o así

Pero a veces como que hay decisiones en la vida que digo: ¿Qué es mi deber ahora o qué es lo que quiere Dios de mí? Pues acuérdate cómo Rut dice: ¿Qué hago: me vuelvo a mi país o me voy con Noemí? Y ella decidió irse con Noemí. Seguramente pensó, evaluó, le pidió ayuda a Dios: Señor, ¿qué hago?

Y ella decidió irse con Noemí. Seguramente, pues aquí no nos dice mucho el libro de por qué lo hizo, pero Booz sí nos da una pista, porque cuando Rut le dice a Booz: ¿Por qué me tratas con tanta benevolencia y te fijas en mí, que no soy más que una extranjera?

Booz le respondió: Me han contado todo lo que después de la muerte de tu marido has hecho por tu suegra, cómo has renunciado a tu padre, a tu madre y a la tierra en que naciste, y has venido a vivir entre gente que no conocías. (Rut 2, 10-11)

Todo eso hablaba bien de ella porque ella actuó por ayudarle a su suegra, para no dejarla sola. Era viuda y se habían muerto sus hijos.

Como aquella que nos encontramos en el evangelio, que era viuda y tenía un hijo al que iban a enterrar, y como Tú, Jesús, vas, te compadeces de ella porque estaba sola y le resucitas al niño.

Pues así Rut dice: esta mujer es viuda y no tiene hijos, pues yo soy como su hija y no la quiero dejar sola, ¿qué va a hacer de ella? Y va y la acompaña. Y sucedió todo lo que ya hemos meditado.

Pero todavía no es todo; omití un detalle. Le pusieron por nombre Obed. Este es el padre de Jessé, el padre de David”. (Rut 4, 17). Nada más y nada menos que el rey David. Así, Rut entra en la genealogía de Jesús.

Rut aparece en el Evangelio, pero ella seguramente no supo todas estas cosas. Murió, al igual que su suegra, y pasaron como una de tantas personas en este mundo que parece que no hicieron nada.

Pero no. Pues así también, Señor, nuestra vida puede ser muy escondida, muy ordinaria y muy llena de santidad, si estamos en lo que tenemos que estar haciendo, porque tú sabrás ponerle ese brillo y esa trascendencia, buscando solo la gloria De Dios

Y acudimos al final de este ratito de oración a nuestra Madre la Virgen, para que ella nos ayude a amar esa vida escondida, esa vida ordinaria, pero en la cual procuramos amar a Dios, procuramos corresponder a todos sus dones, haciendo lo que tenemos que hacer y estando en eso que tenemos que hacer.


Citas Utilizadas

Rut 2, 1-3; 8-11; 4, 13-17

Sal 127 

Mt 23, 1-12

Reflexiones

Señor, que luche cada dia para parecerme a Cristo y ser santo luchando en las cosas pequeñas.

Predicado por:

P. Juan Pablo

¿TE GUSTARÍA RECIBIR NUESTRAS MEDITACIONES?

¡Suscríbete a nuestros canales!

¿QUÉ OPINAS SOBRE LA MEDITACIÓN?

Déjanos un comentario!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La moderación de comentarios está activada. Su comentario podría tardar cierto tiempo en aparecer.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.


COMENTARIOS

Regresar al Blog
Únete
¿Quiéres Ayudar?¿Quiéres Ayudar?