CON LA INTELIGENCIA PODEMOS CONOCER LA VERDAD
“Saber interpretar el aspecto de la tierra y del cielo es lo que hacen muchos, pero no saben interpretar el tiempo presente, no saben juzgar lo que es justo”,
(Lc 12, 56-57)
es lo que nos dice el Señor en el evangelio de hoy.
Dios nos ha dado una inteligencia para conocer la realidad, los seres humanos tenemos que esforzarnos para conocer la realidad.
Al que no conoce la realidad se le podría calificar de ignorante y la ignorancia es el mal más grande que existe; de allí el refrán: Del pecado de ignorancia el demonio saca ganancia.
Es por eso que la finalidad del matrimonio no se queda en traer hijos al mundo, sino también en educarlos.
EDUCAR PARA EVITAR IGNORANCIA
Se educa al ser humano para que no sea ignorante.
Pero vemos que en el mundo y en estos tiempos se falla mucho a la educación, no se forma bien la conciencia de las personas y entonces vemos las consecuencias; personas que hacen desarreglos en su vida moral con un sexo desordenado, que ocasiona situaciones graves, niños que nacen fuera de una familia y no tienen un padre o una madre que los eduque, o personas que por celos cometen delitos pasionales con excesos de violencia y maltratos y hasta asesinatos.
Son graves también, los problemas de alcoholismo o drogadicción que destrozan muchas vidas, son tremendos y claman al cielo los casos de corrupción y delincuencia que se encuentran en todos los sectores de la sociedad, incluso hay países que se llaman democráticos y han caído en la Oclocracia, que es el gobierno de los peores.
Hoy estamos viendo que algunos países son gobernados por delincuentes.
El evangelio de hoy dice que muchos saben interpretar la situación atmosférica, si hace frío o si hace calor, si habrán lluvias o tormentas y no saben interpretar la situación de los tiempos, o sea, cómo se encuentra el mundo ahora, cómo piensan las personas en estos tiempos.
No saben que en el mundo ahora domina el relativismo, donde da lo mismo cualquier cosa, no se dan cuenta que se ha escondido la verdad y la gente ya no la tiene en cuenta, ahora solo es importante el sentimiento, lo que a mí me gusta, lo que a mí me parece.
Y muchas personas viven encerradas en una burbuja, sin conocer la realidad incluso les parece que todo está bien para ellos y realmente pues hay mucha ignorancia, porque no se dan cuenta del mal que pueden estar padeciendo ellos mismos y de los males que hay en la sociedad.
FILOSOFÍA DEL TENER
Hoy muchos se pasan la vida prendidos a un televisor o a un celular y viven pendientes de lo que allí aparece, horas te dedican a esos aparatos y ¿Qué cosas aparecen ahí? Aparecen ofertas de lo que podrían comprar, edulcorantes para el sentimiento, motivaciones para hacer crecer el ego que convierten a muchos en dueños o propietarios de las cosas, como sí lo más grandioso del amor fuera lo que se puede tener o conseguir para uno mismo.
Es la filosofía del tener soy mejor si tengo más y así vemos que se acercan a los puestos importantes en una sociedad que tendría que ser puestos para servir, se acercan los que se quieren servir del estado o de alguna institución, los que buscan sus propios intereses y no les importa los demás, qué importa los demás con tal de de llenar mi bolsillos, de subir alto, de tener poder.
El Papa Benedicto decía que estamos en la dictadura del relativismo, donde el ser humano de hoy, que es relativista, relativiza los dogmas y al mismo tiempo dogmatiza sus opiniones.
Las opiniones las defienden con uñas, lo que es más importante es mi opinión y mucha gente dice: mi verdad, como si su opinión fuera la verdad y además lo dicen de una manera dogmática, como poniendo mucho énfasis que esto es así porque te lo digo yo y se equivocan.
IGNORANCIA EN LA VERDAD
Vemos también los currículum vitae, que son una maravilla, grandes expertos en maestrías y doctorados, con grandes conocimientos técnicos y un manejo extraordinario de los medios electrónicos, pero con una ignorancia grande en la verdad, en los conocimientos trascendentes que tienen su origen en un cultivo de la doctrina que Dios nos ha revelado y que la iglesia nos transmite, que es el conocimiento del ser humano, que es hijo de Dios, que viene de Dios y está destinado a Dios.
EL HOMBRE ESTÁ DESTINADO A DIOS
¿Cuál es su origen? ¿Cuál es su destino? El hombre ha sido creado por Dios a su imagen y semejanza y ese hombre creado por Dios a su imagen y semejanza tiene una finalidad y la finalidad es el cielo, llegar a la vida eterna. La Tierra es un ratito, son unos cuantos minutos aquí en el mundo, el mundo se acaba, el mundo se va a terminar y tenemos que apuntar a la vida eterna y prepararnos para llegar a la vida eterna y asegurar con nuestra conducta, con nuestros méritos, con nuestra lucha poder llegar a la meta que es la vida eterna.
Hoy en pleno siglo 21, no se conoce al hombre y no se le quiere conocer, porque el hombre está en otra, sólo se le quiere utilizar para planteamientos humanos donde Dios no está.
Miramos cantidad de planteamientos humanos, de propuestas humanas donde no está Dios.
Hay libros que se escriben como si Dios no existiera, películas que se firman como si lo sobrenatural no existiera, no se está elaborando las cosas de acuerdo con la verdad, a lo que realmente debe ser.
Hay mucha subjetividad, mucho relativismo, mucha artificialidad.
CONOCER LO QUE ES ESENCIAL PARA LA VIDA
¿De qué valen tantos conocimientos si no se conoce lo que es esencial?
Si no se conoce lo que es esencial para vivir aquí en la Tierra y continuar luego en el cielo.
Hay un texto en el Antiguo Testamento en el libro de Deuteronomio, que dice: Escoge la vida para que vivas escoge la vida con mayúscula para poder vivir aquí en la Tierra, es la meta a la que tenemos que llegar, tenemos que apuntar hacia esa meta y entonces tengo que escoger la vida interior rica por lo que Dios me da, por lo que Dios ha traído al mundo, para que nosotros recibamos lo que Dios ha traído, toda esa revelación que incluye pues los sacramentos para poder tener vida, es caminar con Cristo para poder llegar a la meta.
JESÚS ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA
Si se escoge la vida, se camina con Cristo que es el Camino, la Verdad y la Vida y mientras se camina con Él se escucha la verdad, porque Él habla la palabra de Dios.
Cristo ha predicado y la Iglesia predica lo que predicó Jesús; la verdad que nos hace libres porque nos dice cómo debemos caminar y hacia dónde debemos dirigirnos.
Nos hace ver cuál es nuestra misión aquí en la Tierra para que nos ha traído Dios al mundo.
LA PALABRA DE DIOS NOS ILUMINA
La palabra de Dios ilumina nuestro entendimiento, es una luz qué nos hace descubrir incluso, descubrimos con la palabra de Dios nuestra propia realidad y la palabra de Dios nos hace felices, cuando hay ese descubrimiento que muchos conversos han tenido, por ejemplo y se ponen felices por haber descubierto la verdad.
El descubrimiento de la verdad que nos llena de felicidad para toda la eternidad.
Nuestra Madre la Virgen está llena de sabiduría y ella nos dice lo que tenemos que hacer y en qué dirección debemos andar para ser felices y llegar a la meta de la vida eterna, que es donde Dios nos espera.