Este 7 de mayo, 133 cardenales se reunirán en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo Papa, tras la muerte de Francisco. No es una elección mundana, con presiones y estrategias políticas, con pancartas de “vota por Daniel o el que sea”.
El Espíritu Santo susurra su guía a la Iglesia universal a través de estos cardenales, hombres de 71 naciones. Esta diversidad récord dibuja un mosaico de fe que desembocará en la elección de un pastor.
Bajo los frescos de Miguel Ángel, entre fumatas y oraciones, los cardenales disciernen en silencio, sin campañas ni ruido. Los retos son grandes: sanar heridas, unir y evangelizar en un mundo secular.
Lo divino prevalece, pero lo humano se cuela: dudas, esperanzas, fragilidades. El elegido, sea quien sea, llevará la cruz con santidad y un toque terrenal.
La Iglesia, puente entre Cielo y Tierra, danza al ritmo del Espíritu. ¡Habemus Papam, con un chispazo celestial y un guiño humano!
Oración:
Ven, Espíritu Santo, que descendiste sobre los Apóstoles y los guiaste en su misión,
ilumina a los Cardenales reunidos en Cónclave,
para que elijan un pastor según el corazón de Dios,
para el bien de la Iglesia y la salvación de las almas.
Amén.