< Regresar a Meditaciones

P. FELIPE

5 min

ESCUCHA LA MEDITACIÓN

MÁSCARAS

Delante del Señor no necesitamos máscaras ni nada especial, sino mostrarnos como somos, auténticamente.

¿CURAR EN SÁBADO?

Hoy el Evangelio de san Lucas nos presenta a

«Jesús comiendo en casa de un fariseo, donde no sólo estaba ese fariseo que le invitó, sino muchos otros fariseos».

Dice san Lucas que:

«Lo observaban atentamente a Jesús, para ver lo que hacía con ojo crítico».

Así como diciendo, a ver si vamos a pillar al maestro.

«Entonces apareció un hombre enfermo de hidropesía».

Aparece este hombre enfermo. Y Jesús, antes de hacer nada, se dirige a los doctores de la Ley y a los fariseos que estaban ahí, y les pregunta:  «¿Está permitido curar en sábado o no?».

O sea, al final lo que les está preguntando es ¿qué vale más, la preocupación por el prójimo, o la ley estricta que dice que no se puede curar en sábado?

Pero los fariseos, los doctores de la Ley guardaron silencio. Ahí quizá algunos tenían dudas, otros no sabían cómo responder,  y otros, querían ver qué es lo que Jesús diría.

Entonces, nadie le dio una respuesta directa. Jesús como para subrayar el punto que quería poner, cura al enfermo y lo despide. 

Se acerca entonces a los fariseos y les dice:

«¿Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su hijo o su buey, acaso no lo saca enseguida, aunque sea sábado?

Como diciéndoles, lo que más adelante les dirás y dando un salmo:

«Misericordia quiero y no sacrificios».

Me importa más el amor que la Ley, porque la ley del amor es la primera Ley, es la más importante.

HIPOCRESÍA

En estos últimos días en la Santa Misa hemos estado leyendo muchos evangelios que tienen como tema éste, el de la reclamación de Jesús contra la hipocresía.

Este Evangelio no lo hace explícitamente Jesús, pero sí que está diciendo:  “Oye, me importa más tu corazón, que tu estricto cumplimiento de la Ley externa”.

Ante la opción de ser caritativos con un enfermo o cumplir el sábado, Jesús elige la caridad, porque no se mueve solo por una ley externa fría, que se fija sólo en los ritos, en lo que está afuera. Sino que se mueve por la Ley del Amor, que es una ampliación.

Porque ésta ley no es un rechazo, sino que es una ampliación a la ley antigua. La ley del amor es lo más importante.

Por lo general, ya esto es importante subrayarlo, la ley del amor a Dios nos llevará a cumplir sus preceptos; en este caso, lo que manda la ley del descanso del sábado, era muy importantes para para los judíos, y sigue siendo importante.

Todas las leyes que hay en las Escrituras, las que no pagando las que va subrayando el Papa, son leyes que son importantes.

La ley del amor a Dios nos lleva a cumplir esa Ley y esos mandatos que nos dan.

Pero también la Ley del amor, a veces me manda esa caridad que habrá que saltar alguna cosa más pequeña. 

máscaras

AMAR AL PRÓJIMO

Jesús entonces, en este Evangelio está reclamando un poco contra la hipocresía, o sea por esa preocupación más del estricto rigor, o lo de fuera que lo de dentro.

Nos está continuamente llamándonos al amor, a la preocupación real por el prójimo.

Hoy es 31 octubre y en muchos lugares se vive una tradición de disfrazarse para pedir dulces, para pedir alguna recompensa, algún chocolate.

Y dejando de lado toda la discusión sobre Halloween, pienso que en el fondo hay una cosa que manda ésta tradición que nos puede servir para este rato de oración.

Muchas veces, quizá nos pasa que, como en Halloween la gente se disfraza, se pone una máscara, se pone un traje que no es su identidad normal de siempre; sino que están tratando de ser como otra persona, como superhéroe, como un monstruo, o lo que sea para conseguir una recompensa.

Otros se ponen esas máscaras, tratan de aparentar algo que no son, para recibir un premio. Algo que creen que no recibirán sí actuarán auténticamente, si actuarán movidos simplemente por su identidad.

Quizá como los fariseos a veces, que se preocupan mucho de la parte exterior y no se preocupan de su corazón, de lo más importante.

AUTÉNTICOS

Y en este rato de oración Jesús, te queremos pedir que nos ayudes a ser nosotros mismos. A aceptarnos como nos creaste y actuar en consecuencia.

Actuar movidos por ese amor que nos has dado y ese amor que nosotros tenemos en nuestro corazón. Ese tesoro tan grande que Tú nos das siempre.

Que seamos auténticos, intentando demostrar nuestro amor. Que no nos pongamos esas máscaras, para ser algo que no somos. Que tratamos de aparentar una identidad distinta, sino que seamos como Tú nos creaste. Por qué haces la mejor versión de nosotros mismos.

Si le ponemos empeño para poder cumplir con amor todo lo que nos mandas, para vivir esos mandamientos, para vivir todo lo que Tú nos pones delante. Toda esa exigencia de la vida cristiana. Que no son exigencias como capricho Tuyo, sino que son exigencias que nos llevan a la felicidad, que nos dan la verdadera felicidad.

Señor, que aprendamos que no necesitamos disfrazarnos, ni ser otros para ganarnos tu amor. Que no necesitamos ser estrictos cumplidores de una serie de reglas, sino que necesitamos aprender a amar de verdad.

Amar auténticamente con nuestros corazones, viviendo esa esas leyes y esos mandatos que nos das porque nos damos cuenta de que son un camino verdadero hacia la felicidad.

No es que seamos egoístas, sino que nos damos cuenta de que Contigo Jesús, podemos ser muy felices y hacer muy felices a los demás.

SER SENCILLOS

Que aprendamos a ser auténticos, que no necesitamos máscara ni disfraces, sino que para ser felices, te necesitamos a Ti. Necesitamos llenar nuestro corazón de tu amor y de todo lo que Tú no das. 

Jesús, queremos aprender también de nuestra Madre Santísima, la tenemos siempre con nosotros. Ella que nos acompaña, nos quiere muchísimo y nos enseña a ser sencillos y a presentarnos como somos delante de Ti.

Sí con nuestras dudas, Madre nuestra, tú le dijiste al Señor:

«¿Cómo va a ser esto si no conozco varón?»

Le presentaste tus dudas con sencillez. Luego estuviste toda tu vida auténticamente tratando de buscar esa felicidad para ti y de hacer felices a los demás.

Madre nuestra, danos tu sencillez para presentarnos como tú delante del Señor. Para presentarnos sin máscaras, sin disfraces, sino con nuestro corazón transparente… Porque así es como el Señor nos quiere.


Citas Utilizadas

Rm 8, 1-5

Sal 147

Lc 14, 1-6

Reflexiones

Señor, que aprendamos que no necesitamos disfrazarnos, ni ser otros para ganarnos Tu amor. Que no necesitamos ser estrictos cumplidores de una serie de reglas, sino que necesitamos aprender a amar de verdad.

 

Predicado por:

P. FELIPE

¿TE GUSTARÍA RECIBIR NUESTRAS MEDITACIONES?

¡Suscríbete a nuestros canales!

¿QUÉ OPINAS SOBRE LA MEDITACIÓN?

Déjanos un comentario!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La moderación de comentarios está activada. Su comentario podría tardar cierto tiempo en aparecer.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.


COMENTARIOS

Regresar al Blog
Únete
¿Quiéres Ayudar?¿Quiéres Ayudar?