El evangelio de este cuarto domingo de pascua no puede ser más elocuente para las circunstancias que estamos viviendo de la elección de un nuevo Papa:
“En aquel tiempo dijo Jesús: mis ovejas escuchan mi voz yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna, no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano.
Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre Yo y el Padre somos uno”.
(Jn 10, 27-30)
Unas palabras que nos sirven para que platiquemos con Jesús sobre esa confianza que los cardenales han depositado sobre el cardenal Robert Proust, para ser nombrado el Papa, el vice Cristo en la tierra, el vicario de Cristo en la tierra para guiar a la Iglesia, a la barca de Pedro en estos tiempos.
Y él va a ser el Buen Pastor, él va a ser quien nos guíe hacia Ti, Jesús, como un pastor guía a sus ovejas.
ESCUCHENLO
“Mis ovejas escuchan mi voz”
(Jn 10, 27)
y me viene a la memoria el consejo que le daba el Papa a los jóvenes que iban a estar reunidos en una plaza de san Pedro para la canonización de Carlo Acutis y fue prácticamente el último vídeo que el Papa Francisco grabó en la tierra, que fue precisamente ese: “escuchen jóvenes, escuchen”.
El papa Francisco desde el cielo nos está diciendo esto, escuchen al Papa León XIV, todo lo que tiene que decirnos, escúchenlo y si lo escuchan estarán escuchando la voz del Espíritu Santo y así tendremos esa seguridad de que las puertas del infierno no prevalecerán sobre la Iglesia, ni sobre nuestras vidas.
El papa lo dijo en su en su discurso, después de recordar al Papa Francisco que desde ese mismo balcón había bendecido en esa importantísima bendición Urbi et Orbe desde Roma hacia el mundo entero, dijo: “Permitidme seguir esta bendición, Dios nos quiere, Dios nos ama a todos y el mal no prevalecerá, todos estamos en manos de Dios”.
DIOS NOS VA A CUIDAR SIEMPRE
Siente esa cercanía, esa protección, esa confianza de que estamos en las manos del Padre, de que estamos en las manos seguras de Dios, que es Nuestro Padre y que nos va a cuidar siempre, como Jesús nos lo garantiza en el evangelio de hoy.
Precisamente, predecesor del Papa León XIV, en su nombre, Papa León XIII, de hace prácticamente más de un siglo, tuvo una visión del diablo atacando a la iglesia y burlándose de Dios, diciendo que la iba a destruir y en esa misma visión, tuvo también otra visión del Arcángel San Miguel que defendía a la Iglesia y que sacaba al diablo a patadas, fue tan potente esa esa visión que tuvo que escribió y redactó la oración a San Miguel Arcángel, pidió que rezara siempre al terminar la misa.
Luego por las reformas litúrgicas del Concilio Vaticano II, se invitó a los fieles a seguir rezando esta oración ya no de manera oficial pero sí en voz baja.
San Josemaría invitaba también a no dejar de rezarla para mantener a la Iglesia unida, para mantener a la iglesia cuidada y custodiada por Dios, bajo la intercesión del Arcángel San Miguel.
Bueno pues esta invitación vamos a cogerla ahora con este Papa, que al escoger este nombre, de alguna manera nos invita a muchas cosas, pero en concreto quisiera fijarme en esta, a la unidad.
PAPA LEÓN XIV
Por eso nos seguía diciendo el Papa desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el pasado 8 de mayo, después de su elección, cuando nos enteramos que era él el nuevo Papa, nos decía: “por lo tanto sin miedo, mano a mano, unidos hoy de la mano de Dios y entre nosotros, avancemos hacia adelante, seamos discípulos de Cristo. Cristo te precede, el mundo necesita su luz, la humanidad necesita de Él como el puente para ser alcanzada por Dios y por su amor, ayúdanos también a hacer vosotros los unos con los otros, a construir puentes con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para hacer un único pueblo siempre en paz”.
Pues es un mensaje de unidad, clarísimo mensaje de unidad, que el Papa nos está invitando a vivir y por eso en este cuarto domingo de pascua, pues que buena ocasión tenemos de platicar con Jesús y pedirle tomando pie del evangelio de la misa de hoy, pues que también nosotros seamos uno como Tú Jesús y el Padre son uno.
TODOS TENEMOS UNA MISIÓN
Para llevar a cabo esta misión, recordar que no estamos unidos solamente como se une en un club deportivo o un club social, o cualquier asociación humana la gente para hacer una cosa buena. Decía san Josemaría “no somos almas que se unen a otras almas para hacer una cosa buena, eso es mucho pero es poco, somos apóstoles, somos misioneros”.
No necesariamente llamándonos misioneros, algunos sí como el Papa lo fue prácticamente muchísimos años, prácticamente la mayor parte de su vida en Perú fue misionero agustino, estando allí con los pobres, con los más necesitados.
Pero como el Papa, tú y yo también tenemos una misión, la misión de la unidad en nuestra familia, la misión de la unidad entre nuestros amigos, la misión de la unidad en toda la iglesia.
Y para lograr seguir esa misión que Dios nos encomienda a cada uno, pues tenemos los sacramentos, tenemos la oración, por eso estamos haciendo la oración, tenemos la doctrina de la Iglesia, el depósito de la Revelación, que según nuestras circunstancias queremos conocer cada día más, cada día mejor, para vivir así unidos.
FILIACIÓN Y FRATERNIDAD
Obstáculos decía en otra ocasión san Josemaría, “No me preocupan los obstáculos exteriores, con facilidad los venceremos, no veo más que un obstáculo imponente vuestra falta de filiación y vuestra falta de fraternidad, si alguna vez se dieran en nuestra familia”.
Él hablaba de esta familia concreta específica de la Obra, pero la podemos extender hacia cada una de nuestras familias.
Nada nos separará del amor de Cristo, nada nos podrá separar, si nos mantenemos unidos con nuestros padres, con nuestros hermanos.
Filiación y fraternidad, unidad que se manifiesta también en vibrar todos como estamos ahora vibrando de alegría, con la elección del nuevo Papa que es una vibración interior de oración, una vibración en unidad de corazones, porque nos hacen vibrar las mismas cosas.
Es increíble cómo el mundo entero para, se ha detenido o se ha aguantado la respiración para escuchar la unidad, la noticia en unidad de este nuevo Papa.
Vamos a terminar acudiendo a Santa María, pidiéndole que ella nos mantenga unidos, como mantuvo unidos a los apóstoles en espera de la llegada del Espíritu Santo. que esta elección del nuevo Papa León XIV sea una Nueva Pentecostés.
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